lunes, 17 de septiembre de 2012

FORO CAMPESINO: “POR UNA UNIVERSIDAD CON LOS PIES SOBRE LA TIERRA


PRESENTACIÓN

En desarrollo de los principios generales de la Federación de Estudiantes Universitarios de Colombia y en coordinación con la escuela de Derecho de la Universidad Industrial de Santander, convocamos a todos los sectores sociales y populares de Santander y a la comunidad universitaria al foro campesino. La cual tiene como propósito aportar elementos para el conocimiento real de las causas y efectos del conflicto social y armado sobre las comunidades rurales, pues son ellas las que padecen directamente, esta guerra fratricida, impulsada y alimentada sin desmedro por todos los gobiernos de turno en la casa de Nariño. Para esta semana contaremos con la presencia de defensores de Derecho Humanos, líderes de organizaciones campesinas y de desplazados, académicos de la Universidad y en general la comunidad universitaria.

JUSTIFICACIÓN

En primera medida, entendemos la Universidad no como una simple institución estatal o privada encargada de ofrecer la instrucción pública en los niveles de educación superior, sino principalmente como un organismo cultural abierto e incluyente que tiene el compromiso académico de comprender la realidad social en todas sus dimensiones, pero que a su vez asume la responsabilidad ética de infundir a través del proceso de construcción del conocimiento, una conciencia social basada en valores de igualdad, democracia y justicia real. Ahora que las instituciones de educación superior ofrecen un amplio número de programas académicos en el área de humanidades, podemos afirmar con mayor razón, que aparte del progreso técnico-científico, la universidad está en disposición cualitativa de proporcionar un conocimiento humanístico que contribuya a la superación efectiva de las contradicciones sociales. Analizar los fenómenos sociales en su contexto global, investigar las causas materiales e inmateriales de los diversos problemas socio-económicos, debatir públicamente asuntos de incumbencia nacional, son tópicos y actividades que deben inspirar el quehacer universitario, incluso, de aquellas carreras que no ostentan una relación tan directa con ese tipo de inquietudes. Pese a ello, no podemos desconocer que a partir de las anteriores consideraciones, estamos combatiendo un criterio de Universidad que aboga fanáticamente por la consunción de los espacios naturales de debate e interpretación crítica de la realidad, convirtiendo al aprendizaje en un proceso mecánico mediante el cual se desarrollan ciertas destrezas y habilidades que permiten al individuo competir en el mercado laboral. Aquí la razón sustantiva fue reemplazada por una razón procedimental, que no indaga ni pregunta por el ser de las cosas pues su única preocupación es la sensación de eficiencia presente en los procedimientos.

Frente al reconocimiento oficial de la existencia de un conflicto armado interno por parte del alto gobierno, la Universidad Industrial de Santander, en cabeza de la Facultad de Ciencias Humanas, está en mora de someter al escrutinio y conocimiento de todos sus educandos, un tema tan trascendental y sensible como la situación de abandono, persecución, genocidio, asesinato, desarraigo, despojo y desplazamiento que soporta la comunidad campesina en Colombia. Sabemos que los hechos de violencia en contra de civiles asentados en la parte rural de nuestro país, cometidos en el marco del conflicto armado interno, no obedecen a una simple predisposición cultural, pues sus causas reales pueden ser identificadas en la dinámica del modelo de sociedad impuesta, caracterizado por la alta concentración de la tierra en forma de latifundios, el despeje de zonas campesinas para cederlas a proyectos industriales o extractivos, el incremento de la frontera agrícola, y en general, por la satisfacción a las cuantiosas demandas de un mercado transnacional guiado por los intereses del gran capital extranjero. Con una perspectiva crítica y científica, podemos afirmar que son los hechos de violencia desprendidos de sus móviles políticos y económicos aquellos factores que degradan la dignidad de los campesinos; además, el mismo modelo de desarrollo, defendido por las distintas administraciones nacionales.

Por tanto, en miras de restablecer canales directos de comunicación entre Universidad-Academia y Sociedad-Cultura, queremos realizar la primera foro campesina “POR UNA UNIVERSIDAD CON LOS PIES SOBRE LA TIERRA”, que contará con la participación activa de instituciones del Estado, organizaciones defensoras de Derechos Humanos, Colectivos de abogados, comunidades campesinas organizadas, sectores de víctimas del desplazamiento forzado, académicos y estudiantes. Si bien es cierto que los campesinos son los actores principales en la difícil situación que atraviesa el sector rural, la comunidad académica cumple un papel muy importante en la formulación de alternativas de paz que soporten un examen crítico, riguroso y sustentado. Es por ello, que la aproximación entre ambas realidades se hace perentoria, puesto que el intercambio de conocimientos y experiencias entre universitarios y campesinos, daría como resultado inequívoco una complementariedad recíproca que en últimas podría constituirse como la base de una auténtica transformación social basada en el conocimiento y la acción.       

OBJETIVO GENERAL

Visibilizar ante la comunidad universitaria, directivos, docentes, estudiantes y trabajadores, la situación social de conflicto armado que afronta la comunidad campesina en nuestro país.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

·         Brindar un espacio amplio de expresión social a la comunidad campesina, rural y desplazada, en el cual,  además de reconstruir experiencias colectivas o personales,  se puedan aportar perspectivas políticas alternativas entorno a la superación del conflicto armado interno.
·         Aproximar la realidad campesina al quehacer académico universitario, en miras de reanudar un tipo de relación entre Sociedad y Universidad que comprometa activamente a esta última.
·         Presentar una visión integral del conflicto armado y la situación de las comunidades campesinas,  teniendo en cuenta las diversas apreciaciones  que puedan aportar tanto las organizaciones defensoras derechos humanos como el sector académico y los organismos institucionales.