jueves, 26 de julio de 2012

Todo Cambia


“Enriquecerse es grandioso”, esta ha sido la consigna utilizada por los gobiernos que han desfilado por la Casa de Nariño en más de 100 años y por gobiernos capitalistas en otras latitudes.

En nuestro país, es encubierta con diversas frases: “prosperidad para todos”, “prosperidad democrática”, “desarrollo social y económico”, “apertura económica”, “reconstrucción nacional”, “libertad, paz y democracia”. Lo que realmente significa dicha frase, es que el enriquecimiento del que hablan, ya ha sido predestinado para uno pocos, que tienen mucho y quieren más.

En la economía neoliberal (capitalista) que tenemos en Colombia, es imposible superar la división de los que tienen y los que no tienen. Esto es tan solo una ilusión. 1 de cada 10 millones de personas han entrado en el círculos de los de “clase”, es decir, de los industriales grandes, y lo han logrado, por que emprendieron una tenaz lucha competitiva por sobrevivir en el mercado. Pues el mercado y el dinero –para los capitalistas- vale más que la humanidad. El pueblo es solo un medio para conseguir riqueza. Esa es la verdadera visión y objetivos de los grandes monopolios empresariales y sus dueños, para citar algunos: Carlos Slim (México), Rockefeller, Ardila Lule y otros. Utilizan a los obreros para enriquecerse hasta la saciedad. No les importa que el calentamiento global, este provocando problemas ambientales en todo orbe planetario, con previsiones de consecuencias negativas para la humanidad y la naturaleza: “la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y la gasolina aumentan la cantidad de dióxido de carbono en la atmosfera de la tierra que, a causa de su importante absorción infrarroja, puede aumentar la temperatura de la tierra”. No negamos que se puedan utilizar las tecnologías y las energías, siempre que sea sosteniblemente y para satisfacer las necesidades de más 6.000 millones de personas; pero el interés es la ganancia.

Hay más de 50.000 niños que mueren diariamente por desnutrición y hambre en el mundo, y muchas familias disfrutan de una par de alimentos diarios; otros, por el contrario, se deleitan comiendo quesos importados, carnes exóticas y comidas preparadas por “chef”. Según los capitalistas: “las desigualdades sociales, la discriminación y la contaminación industrial son imperfecciones”, esto no es cierto, hace parte de la naturaleza del sistema capitalista y, no se detendrá a menos que cerremos filas contra él, y construir uno nuevo, en el que nosotros –el pueblo- dirijamos la administración, la nueva política económica y la educación. “nos han dominado más por la ignorancia, que por la fuerza”, Simón Bolívar.

Una de las categorías utilizadas por los economistas neoliberales, es el costo-beneficio: invertimos en proyectos, planes, infraestructura, educación, según el beneficio (ganancia) que obtengamos. Nunca piensan en el pueblo, que come solo arepas a diario, agua o la mazamorra; que trabaja 12 a 14 Hrs, y que viven en ranchos o tugurios. Además, nos engañan con sus medios de comunicación y su ideología. Nos dicen que las cosas no cambiaran, se mantendrá tal como está.

“Todo fluye, todo cambia”, dijo Heráclito, filósofo griego. Esta es la verdad. No han existido siempre la torre Eiffel o la Estatua de la Libertad, estas fueron hechas por el hombre hace pocos meses; así mismo, las grandes ciudades y sus edificios hacen un centenar de años que se formaron, así, como los autos y aviones. La sociedad, el estado y la economía como la vivimos y conocemos hoy, se impuso después del triunfo de la Revolución Francesa; los burgueses apoyados por obreros y campesinos, bajo el lema “Libertad, Igualdad y fraternidad”, le arrebataron el poder a la nobleza feudal y redactaron la carta de derechos del hombre; organizaron el estado actual, con su democracia representativa. Antes existía el sistema feudal y mucho antes, el esclavista. Esa revolución no fue obra del “espíritu santo”, fue obra de un pueblo ansioso de libertad.

“el sistema capitalista es un eslabón en el desarrollo social”, dijo un pensador Germano. Pero, no podemos esperar a que el cambio llegue con el tiempo. Un nuevo mundo es posible!!

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