Los temores de algunos rectores sobre la posible llegada de IES con ánimo de lucro a Colombia se confirman cuando llegan noticias sobre los impactos que ha causado en Estados Unidos este modelo educativo por su calidad, responsabilidad social y violación de normas.
Por un lado, 1) el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó hace unos días una demanda para recuperar 11 mil millones de dólares que, al parecer, no debieron haberse transferido por parte del gobierno a la institución “Education Management Corporation”, entre 2003 y 2011, por considerar que ésta (IES con ánimo de lucro) empleó prácticas fraudulentas para incrementar los registros de inscritos.; 2) El cuestionamiento que se ha hecho a estas IES por convertir la investigación en un negocio y no en un aporte social, olvidándose de la moral; 3) Según un estudio del Departameto de Educación de Estados Unidos, los estudiantes de universidades con ánimo de lucro son los más incumplidos con sus pagos y, por lo mismo, los de menor tasa de empleabilidad.
1) “Education Management Corporation” tiene sede en Pittsburgh, el 41% es de propiedad de Goldman Sachs, y cuenta con cerca de 150.000 estudiantes distribuidos en 105 escuelas que operan bajo cuatro denominaciones: Art Institute, Argosy University, Brown Mackie College y la Universidad del Sur.
En un comunicado, la empresa ha negado las acusaciones.
Desde 1986, el gobierno americano ha recuperado más 25 billones de dólares por falsas reclamaciones en sectores como las compañías farmacéuticas, la sobrefacturación en hospitales o en la defensa. Dado su impresionante crecimiento, ahora la mirada está en las universidades con fines de lucro, que actualmente registran más del 10% de los estudiantes matriculados en la educación superior, y representan casi la mitad de todos los incumplimientos en los préstamos estudiantiles.
La demanda hace una metáfora e indica que la compañía demandada tenía una "sala de calderas” en lugar de oficinas de admisiones, en donde los reclutadores fueron instruidos para utilizar técnicas de alta presión de ventas y afirmaciones exageradas sobre la colocación de la carrera para aumentar la matriculación de los estudiantes, independientemente de las calificaciones de los solicitantes. Los reclutadores animaban a que los aspirantes se inscribieran incluso cuando estos eran incapaces de escribir con coherencia, parecían estar bajo la influencia de drogas o trataban de inscribirse en programas en línea, pero no tenían computador.
En 2009, el Apollo Group, que posee la Universidad de Phoenix, la mayor universidad con fines de lucro de Estados Unidos, enfrentó una denuncia por $ 78 millones, cuando estuvo dirigida por Todd Nelson, actual director general de “Education Management Corporation”
2) Olvídense de los beneficios, vuelvan a la moral.
Esta es la idea del cuestionamiento que ha hecho Steven Schwartz, vicecanciller de la Universidad de Macquarie, quien recientemente afirmó que las universidades deben dejar de ser tratadas como empresas y recuperar su propósito moral.
Para ello utilizó el ejemplo de Jonas Salk, el descubridor de la vacuna contra la polio, quien cedió las licencias de la misma como un acto que define la postura ética de los investigadores universitarios deben tomar.
En contraste con esto, la universidad contemporánea ha sido descrita por Schwartz como un lugar donde "ha sido el descubrimiento y la difusión del conocimiento reemplazado por el deseo de explotar".
¿Cuánto tendría que pagar la humanidad a un investigador, con ánimo de lucro, que desarrolle una vacuna para un medicamente esencial para la salud?
Así las cosas, no siempre el trabajo académico se identifica con la lógica empresarial, porque según Seumas Miller, del Centro de Filosofía Aplicada y Ética Pública, los académicos son personas que: 1) Realizan un trabajo que tiene metas éticas, tales como la defensa de las instituciones de la justicia, la salud o el conocimiento.
2) Poseen un conocimiento especializado.
3) cuyo trabajo requiere autonomía profesional para lograr resultados.
4) cuyas habilidades se transmiten entre un determinado tipo de profesionales.
5) Y generalmente forman parte de una organización profesional.
Para Schwartz no hay nada intrínsecamente malo en hacer la investigación con fines de lucro, auncuando esto no es exactamente lo que las universidades deben ser, pues éstas no deben ser impulsadas por las ganancias, sino por su espíritu.
3) Según Jennifer Williamson, columnist de Distance-Education.org, las universidades con fines de lucro se promueven como la solución para los estudiantes de bajos ingresos y no tradicionales que necesitan un grado, y que normalmente no serían capaces de completar largos programas tradicionales.
Según el Departamento de Educación de EE.UU., los graduados de las universidades con fines de lucro tienen más probabilidades de incumplir el pago de los préstamos estudiantiles (en el 11%) que aquellos que asistieron a universidades públicas y privadas (6,2% y 4,1% respectivamente). Esto implica que los egresados de programas con fines de lucro, no son necesariamente los estudiantes más empleables.
Estas cifras han llamado la atención del Congreso, que propone nuevas regulaciones para la industria.
De acuerdo con el College Board, la matrícula anual promedio en las escuelas con fines de lucro es de $ 14.174 por año, en comparación con el precio de una escuela pública de dos años, a $ 2.544 por año. En las de ánimo de lucro ayudan a los estudiantes a obtener apoyo federal para subsidiar su matrícula, pero esto sólo cubre una fracción de la matrícula y los estudiantes se quedan a menudo con las deudas tras la graduación.
Fuentes:
- http://www.nytimes.com/2011/08/16/opinion/an-industry-in-need-of-accountability.html?_r=2&nl=todaysheadlines&emc=tha211
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